miércoles, 26 de noviembre de 2014

La muerte y la gran inquietud que deja

La siguiente clase del día 29 de octubre la llevamos a hablar sobre la muerte. 
Ciertamente, para todos es algo desconocido y sobre el que resulta duro(?) hablar. Todos hemos perdido a alguien especial y supongo que por eso cuesta tanto hablar de ello. Al fin y al cabo, nadie quiere pensar en cuando se va a morir, o como lo hará, a que años, ni nada de eso. Simplemente es un tema que trata de evitarse. Pero creo que hablar de ello alguna vez ayuda.
Las personas no sabemos casi nada sobre este tema. Yo creo que toda persona, más de una vez, se ha preguntado ¿qué pasa después?, ¿hay algo más?, ¿duele mucho?...
Son cosas que nadie puede responder. 
Cuando hablo de cosas así me entra una pena muy grande, yo creo que es porque me acuerdo de todos mis conocidos que se han muerto y me da rabia no saber. Aterra, realmente aterra, yo necesito respuestas para todo, en mi cabeza no entran las cosas que no tienen explicación y si no se la encuentro me da vueltas y vueltas la mente.
Me he quedado con un comentario que hizo Merino, diciendo que la muerte se puede comparar con el nacimiento, ya que cuando naces te sacan a la fuerza de un medio al que estás muy acostumbrado y donde estás muy agusto, nadie te pregunta si te ves preparado, simplemente ocurre porque es el momento de que pase.y esto es lo que pasa cuando mueres.
Afortunadamente nadie recuerda el momento de su nacimiento, pero seguramente, cuando eres bebé, resulta muy, muy incómodo y desagradable.
Es preferible no pensarlo, vivir disfrutando al máximo, porque si te paras a reflexionar y le temes a la muerte, no saldrías ni de casa, ya que todo supone un peligro para la vida, ¡incluso dentro de casa!
Cabe recalcar en este momento la capacidad que tiene nuestro cerebro para autoengañarnos, no dejándonos ver todos los peligros que corremos y temiendo a cosas que difícilmente pasarán como a que te caiga un rayo o a que se estrelle el avión en el que tu viajas. ¿Hay probabilidades de que esto pase? Claro que sí, pero son mínimas comparadas con otras cosas que pueden pasar con más probabilidad.
Un buen ejemplo de esto es el que Merino nos expuso: ciertas personas tienen miedo a volar, temiendo que su avión se estrelle y por esta razón no suben nunca en un avión, cuando realmente hay más posibilidades de que te atropellen por la calle mientras caminas o que tengas un accidente con tu coche y esa gente no tiene miedo a esto o puede que no se paren a pensarlo porque son cosas que todo el mundo hace en su vida diaria.
A fin de cuentas, la muerte es inevitable, en algún momento tiene que llegar, no lo decides tú y muchas veces ni siquiera te da tiempo de despedirte de la gente que quieres que, en mi opinión, esta es la peor parte porque...¿y si estás enfadada con una persona que quieres por cualquier tontería y no tienes ocasión de pedirle perdón y hablar con ella por última vez? Pienso que te reconcomería la rabia por dentro.

Por cierto, cuando se habla de la muerte, sale el tema del destino o el karma, cosas que intentan explicar un poco el por qué de que ocurran las cosas. Es normal escuchar, sobre todo en personas mayores, las frases: estaba escrito..., tenía que ser... ¿y por qué? ¿Supuestamente hay un libro grande que tiene escritas las vidas de todas las personas? 
No sé, la mente necesita creer en algo. Esta es la base de cualquier creencia o teoría.

Pero bueno, me he ido un poco del tema, continuando con la muerte, para intentar ponernos algo en situación, Merino nos propuso que terminásemos esta oración: 
"Si vamos a morir, entonces..."

Nos dio un par de minutos para pensar la respuesta y después de meditarla bien yo diría que:
Si vamos a morir, entonces es mejor no pensar ni cuando ni donde. Lo importante es disfrutar el tiempo que tenemos con la gente que verdaderamente lo merece.



¿Es necesario aprender a vivir?

La clase del día 24 de octubre fue para pensar y reflexionar. 
Merino copió esto en el encerado:



Cada uno debía pensar su respuesta para luego ponerla en común con la clase. Cuando se trata de responder "si o no", no tardo demasiado en dar una contestación, cuando ya me piden que razone, debo pensarme bien las cosas, ya que un razonamiento debe tener unos argumentos en los que apoyarse.
No hubo una mayoría, más o menos la mitad de la clase dijo que creía que no era necesario aprender a vivir porque no hay unas normas o condiciones que debas aprender para vivir, vivir es algo natural, no requiere de ningún complemento para llevarse a cabo. También se comentó, no recuerdo ahora mismo quién, que lo único obligatorio para vivir es realizar las funciones vitales, pero esto no es algo que aprendes, ya es innato en las personas y en todos los seres vivos.
La otra mitad de la clase opinó que sí, que es necesario aprender a vivir porque existen cosas que necesitas saber para tener un mejor nivel de vida o unas mejores condiciones para encajar en la civilización, son cosas que te enseñan desde que eres pequeño, como la educación, el saber estar y el respeto a las personas.
Desde mi punto de vista es algo complejo, porque ¿se necesita aprender a vivir de una forma pautada, con normas y puntos que se deben seguir siempre? No, pero si que es cierto que aprender algunas cosas mejorará tu vida en lo referente a las relaciones con otras personas o a la hora de conseguir un trabajo. Pero esto ya no tiene que ver con saber vivir, yo ya lo llamaría "sobrevivir" en este mundo tan complejo.
En este caso no puedo argumentar mucho hacia ningún bando, pero creo que me tiro más hacia el "no", no se necesita aprender a vivir porque vivir ya sabes, como ya dije antes, lo complicado es sobrevivir y saber sobrevivir.
Ahora bien, tú decides como vivir, las cosas que quieres aprender y hacia donde quieres llegar. Solo debes luchar por ello.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Diferencias y semejanzas

La clase del día 17 la utilizamos para hablar de las diferencias y semejanzas entre personas, entre hombres y mujeres, entre gustos...
Como ya comenté al final de mi última publicación, cada persona es un mundo, todos somos diferentes y encontrar a alguien parecido a ti, que comparta gustos y con el que te puedas entender a la perfección es complicado y cuando lo encuentras siempre hay choques o roces y es normal porque no todo el mundo razona de la misma manera, cada uno justifica las cosas a su forma o desde su punto de vista, y esto, en ninguna persona es igual.
Merino nos entregó un papel para cada dos, y en él había que escribir por un lado las diferencias que encontrabas con la persona que te había tocado y en el otro las semejanzas. A mí me tocó con Alba, entonces hablar de cosas en las que nos parecemos nos resultó muy fácil. Creo que es la persona con la que comparto más parecido. También puede ser que me entiende bien y confiamos mucho la una en la otra. Aunque bueno, después de más de 11 años, si seguimos aquí, aguantándonos la una a la otra es por algo. Será que he tenido la suerte de encontrar en ella más que a una amiga, a una hermana.
Cuando hablamos de diferencias nos centramos más en diferencias físicas, que se pueden apreciar a simple vista sin tener que conocer mucho a la persona: el pelo, la vista (una usa gafas y la otra no) y también alguna que otra característica de la personalidad: tenemos diferente carácter, una se enfada más rápido y tiene más temperamento; una es más cariñosa que la otra (curiosamente todos sabían que la más cariñosa soy yo, ya que en clase nos conocen bien ya) y la última de las diferencias que pusimos fue el equipo que "apoya" cada una.
A la hora de hablar de semejanzas pusimos muchas cosas, llenamos el papelito de parecidos como: la altura, el color de ojos, la forma de ser y actuar (en determinadas ocasiones, ojo), compartimos el mismo color favorito, nos gusta salir de fiesta, no practicamos deporte, usamos las mismas expresiones al hablar y nos comemos la cabeza por cualquier tontería.
Cuando llegó el momento de comentarlo con la clase, las diferencias de las que más se hablaron fueron la altura, el sexo, los equipos...
Merino nos preguntó si realmente esas cosas marcaban una gran diferencia entre nosotros. En el sexo la respuesta mayoritaria fue que sí, y pusimos de ejemplo los baños públicos, en los que separan mujeres y hombres. Y de nuevo, Merino preguntó si esa separación era realmente necesaria. Ahí ya quedamos pensando, y en verdad no, no es necesario, pero estamos tan acostumbrados a eso, que lo contrario, un baño mixto, nos parece raro.
También comentamos la forma de actuar de una persona cuando está con otra de su mismo sexo y cuando está con una del sexo contrario. Y llegamos a la conclusión de que la manera de comportarte con alguien depende, más bien, de la confianza que tengas con esa persona y no de si es hombre o mujer. 
Yo aprendí en esta clase que lo que verdaderamente diferencia a las personas no es su raza, su sexo o su físico, sino sus gustos, su personalidad y su manera de comportarse. Pero no por ello se debe dividir el mundo en grupos de personas que comparten gustos y personalidad. Pienso que cada uno se relaciona con las personas con las que siente que se puede llevar bien y en las que pueda confiar (sin necesidad de compartir los mismos gustos o de ser parecidos en nada, que puede ser que encuentres a alguien parecido con el que llevarte muy bien).



lunes, 3 de noviembre de 2014

La educación

En mi opinión, éste es un tema bastante complejo y nos han hecho falta dos clases para hablar de él y profundizar un poco.
En la primera clase, del 10 de octubre, lo primero que hicimos fue apuntar, cada uno en un papel, las "ventajas de recibir educación". Lo primero que se me ocurrió poner fue que así tienes una base y evitas que la gente de aproveche de ti; que tienes más preparación y puedes llegar a una conclusión final a base de analizar, primero, varios puntos de vista; que eres más civilizado, etc.
Al poner en común con toda la clase nuestras respuestas, lo que más veces escuché que opinaban mis compañeros es que recibir educación te ayuda a comunicarte con el resto de personas y que es un punto muy grande a tu favor a la hora de conseguir un trabajo. 
En esto último estoy de acuerdo, porque cuando van a contratar a alguien lo primero que miran es que tenga una buena preparación y haya recibido una buena educación, de forma que sea capaz de desenvolver correctamente el trabajo que se le ofrece.
Ahora bien, al hablar de educación podemos referirnos a las enseñanzas que se nos proporcionan en la escuela, a todo ese conjunto de conocimientos que vamos adquiriendo a lo largo de los años, ya sean matemáticos, lingüísticos, biológicos... o bien podemos estar hablando de la educación que nos inculca el entorno en el que vivimos: marcándonos unas formas de comportarnos, un saber estar y un respeto hacia las personas.
Desde mi punto de vista, son cosas completamente distintas porque una persona puede saber muchas cosas (por haber recibido una educación escolar muy completa) y no saber comportarse a la hora de tratar con otra gente (por haber recibido una educación social mala o nula).
La sociedad nos educa, todo lo que nos rodea nos lleva a aprender a hacer unas cosas o otras. Que pueden ser o no las más correctas, pero cuando somos niños no sabemos distinguirlo muy bien, simplemente imitamos lo que vemos alrededor.
A medida que crecemos, cada persona, actúa como cree que es mejor, y a pesar de no haber sido criado en la mejor de las compañías o en el mejor de los ejemplos, puedes aprender de esto y comportarte bien demostrando que tú sabes actuar.
Después de hablar por turnos y reflexionar entre todos acerca de este tema, Merino nos entregó una hoja como esta:



La empezamos a comentar y realmente creaba ciertas dudas. En aquella clase solo hablamos de los dos primeros apartados, que casualmente eran los más "fáciles" de contestar, aunque cada uno lo miraba desde su punto de vista.

En la siguiente clase, seguimos con este papel y ya vimos como iban surgiendo diferentes opiniones sobre cuál era la respuesta más adecuada. Había algunas que admitían varias opciones y otras en las que la respuesta más adecuada no estaba entre las opciones a escoger.
Las más liosas han sido la 9 y la 10, porque puede que sean varias de las respuestas, aunque ninguna de ellas termina de convencerme. Una persona educada es aquella que respeta a los demás y sabe como comportarse, aquella que ha recibido una buena educación. Y educación es algo difícil de definir, es saber cómo actuar, como comportarse, saber cómo utilizar lo aprendido...Es complicado, me cuesta bastante dar una definición exacta. La palabra educación puede tener sinónimos muy diferentes, dependiendo del contexto en el que se incluye: puede sustituirse por formación, instrucción o por modales, cortesía. 

En esta misma clase, Merino nos mostró un corto sobre unos muñequitos que estaban colocados en fila uno al lado del otro y todos vestidos igual, que se daban con el codo unos a otros, excepto uno que iba vestido de otra manera y de otros colores y cuando le tocaba golpear con el codo hacía tonterías. La cadena de golpecitos seguía hasta que el último era golpeado, y como estaba en el borde de un precipicio caía. Entonces se volvía a repetir lo mismo, hasta que el individuo diferente estaba en el borde y cuando debía caerse no lo hizo, sino que bajo por unas escaleras, entonces los muñequitos le miraron mal y cambiaron el sentido de la cadena.
Después de haber visto esto, Merino nos preguntó cómo lo titularíamos, yo lo llamaría sociedad porque mostraba el comportamiento de las personas que vivimos en ella. La sociedad critica a quienes piensan de manera diferente, visten de forma más personal o no actúan según lo esperado. Ciertamente es muy triste pensar que sea así porque cada uno debería ser libre de hacer lo que quiera y ser uno mismo, pero si cuando lo eres te critican o no te tratan como al resto, con normalidad, te echan hacia atrás y tienes dos opciones: o vivir un poco al margen o convertirte en lo que la sociedad quiere que seas. Pocos son valientes y escogen una tercera opción: seguir siendo como son sin quedar apartados.
La cuestión está en hacer lo que tú creas mejor para ti, para tus gustos, para tu forma de ser. No es malo ser diferente, todos lo somos. 
Pero quizás existen una serie de "modas" que la gente puede seguir o no, y lo normal a nuestras edades es seguirlas y si no lo haces serás criticado. 
Cuando te ves tan diferente a los demás piensas que algo en ti está fallando, pero probablemente el problema lo tengan los que piensan todos igual. 
Debes pensar si eres feliz, si la respuesta es sí, sigue haciendo lo que haces (a pesar de las diferencias con el mundo); si la respuesta es no, pregúntate por qué y cámbialo, siempre y cuando sea para mejor.
Yo me considero una persona complicada, difícil de entender y de llevar, pero poca gente llega a ver eso, porque es el interior y muy pocas personas llegan realmente a conocerte tanto como para saber exactamente por qué te comportas de una forma ante una situación o por qué te afectan más unos temas que otros.
En conclusión, cada persona es un mundo, no es fácil conocer a una persona por completo, y todas somos muy, muy diferentes (lo que yo veo como algo bueno).