Exactamente, el día 25 de marzo (es increíble que lleve tanto tiempo sin escribir, soy un desastre...).
En esta clase, Merino nos repartió a cada uno una hoja con dos textos que prácticamente querían transmitir la misma idea, pero uno más bruscamente y el otro usando un tono más "delicado".
El título que encabezaba el folio era "La Oración Gestalt". Creo que todos estábamos algo perdidos al verlo. No sabíamos que era lo que escondía ni por donde llevaría la clase esa hoja, pero Merino nos dijo que esta "oración" era un tipo de terapia analista, si la memoria no me falla.
Sin embargo, cuando empezamos a leerlo y con la ayuda de Merino, pronto entendimos el tema.
Dejo por aquí el primero de los textos, la Oración Gestalt propiamente dicha:
Sin embargo, cuando empezamos a leerlo y con la ayuda de Merino, pronto entendimos el tema.
Dejo por aquí el primero de los textos, la Oración Gestalt propiamente dicha:
"Yo soy yo y tú eres tú
yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,
tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,
y coincidimos, es hermoso.
Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.
Tú eres tú y yo soy yo."
(Fritz Perls)
He de decir que es una gran verdad. Quizás, como dije antes, hay cierta brusquedad en la manera de expresarlo, pero dice una cosa muy cierta y es que cada persona está aquí para vivir su vida a su manera. No debemos nunca dejar que lo que piensen los demás influya en nuestra forma de pensar y/o actuar.
La clave, en relación con el tema en el que quiero centrarme, está en la palabra "expectativas".
Tener expectativas en algo o en alguien significa que confías en que la persona haga alguna cosa o se comporte de manera determinada ante una situación específica. También podemos decir que tener expectativas en alguien es como colocarle una cierta "obligación". El problema es que esa persona quizás no se esté dando cuenta de que esa obligación recae sobre ella y actúa de una forma diferente a la que esperábamos.
A nosotros eso nos enfada, nos decepciona, por el mero hecho de que nosotros habríamos reaccionado de otra manera.
Ya que, la mayoría de las veces, lo que sucede es que esperamos que la persona se comporte como nosotros lo hubiéramos hecho, y la razón es que creemos merecer el comportamiento esperado, no sé si me entendéis.
Quiero decir, que lo creemos porque existe un vínculo que nos une con esa persona (ya sea familiar, de amistad, de pareja o de trabajo).
Y claro que lo hay, pero no por eso debe actuar como nosotros queremos. Puede que no fuera consciente de lo importante de la situación o, no sé, puede haber infinitos motivos. O simplemente es que se expresa de otra manera.
No todos expresamos lo que sentimos de la misma forma. Y tendemos a pensar que si alguien no hace lo que nosotros haríamos es que nos quiere/aprecia menos.
Y repito, no tiene por que ser así. Cada uno actúa de diferente forma.
Por eso estaría bien que si esperamos o queremos algo de alguien se lo digamos, aunque nos cueste un poco, porque así somos justos con la otra persona y la hacemos consciente de nuestras expectativas. ¿Qué también nos podemos decepcionar con su respuesta? Claro, pero sería de manera justificada y con hechos.
Antes decíamos que tener expectativas es como colocarle una obligación a alguien. Entonces, puede darse el caso de que sea consciente de esta obligación pero no quiere cumplirla. Está en su libre derecho. Cada persona debe decidir como actuar. Debemos ser libres de escoger nuestro camino y no dejar que nos lo escojan, por mucho que no quieras decepcionar a alguien.
Es el caso de algunos padres que tienen unas expectativas muy grandes sobre sus hijos. Es una carga enorme que los hijos llevan, porque no quieren decepcionar a sus padres. Entonces, lo que yo veo, es un acto egoísta por parte de esos padres, ya que no están buscando la felicidad de sus hijos, sino la suya propia.
Yo pienso que tener expectativas es inevitable, siempre vas a esperar ciertas cosas, sobre todo de la gente a la que más quieres. Y lo veo injusto. Somos injustos.Como ya dije antes, cada uno tiene su forma de expresar lo que siente, y no tienen que actuar como queremos.
También es verdad que habrá gente que tenga sus expectativas puestas sobre nuestros actos. Injusto de nuevo ya que no debemos nada a nadie.
De aquí quiero sacar ahora el segundo de los textos, de C. Vázquez Bandín, que dice algo así:
Tú contribuyes en muchas de las cosas que hago, así como yo contribuyo en muchas de las que haces tú, pero yo hago mis cosas y tu las tuyas. Yo puedo actuar a mi manera contigo mientras tú también puedas actuar a tu manera conmigo. Yo seré yo mientras tú seas tú. Y aunque nuestros caminos se separen, nuestra vida no volverá a ser la misma porque encontrarnos nos ha servido para enriquecernos.
He aprendido que una persona realmente merece la pena cuando cambia tu vida, pero no cambiando tu forma de actuar ni de pensar, sino haciéndola más completa y más feliz, más llena de vitalidad. Cuando puedes comportarte como realmente eres sin ser juzgado y esa persona es capaz de hacer lo mismo, querido amigo, has encontrado a una persona insustituible y que, probablemente, no perderás.
¿Que si yo he encontrado a alguien así? Sí, Alba se llama.
No todos expresamos lo que sentimos de la misma forma. Y tendemos a pensar que si alguien no hace lo que nosotros haríamos es que nos quiere/aprecia menos.
Y repito, no tiene por que ser así. Cada uno actúa de diferente forma.
Por eso estaría bien que si esperamos o queremos algo de alguien se lo digamos, aunque nos cueste un poco, porque así somos justos con la otra persona y la hacemos consciente de nuestras expectativas. ¿Qué también nos podemos decepcionar con su respuesta? Claro, pero sería de manera justificada y con hechos.
Antes decíamos que tener expectativas es como colocarle una obligación a alguien. Entonces, puede darse el caso de que sea consciente de esta obligación pero no quiere cumplirla. Está en su libre derecho. Cada persona debe decidir como actuar. Debemos ser libres de escoger nuestro camino y no dejar que nos lo escojan, por mucho que no quieras decepcionar a alguien.
Es el caso de algunos padres que tienen unas expectativas muy grandes sobre sus hijos. Es una carga enorme que los hijos llevan, porque no quieren decepcionar a sus padres. Entonces, lo que yo veo, es un acto egoísta por parte de esos padres, ya que no están buscando la felicidad de sus hijos, sino la suya propia.
Yo pienso que tener expectativas es inevitable, siempre vas a esperar ciertas cosas, sobre todo de la gente a la que más quieres. Y lo veo injusto. Somos injustos.Como ya dije antes, cada uno tiene su forma de expresar lo que siente, y no tienen que actuar como queremos.
También es verdad que habrá gente que tenga sus expectativas puestas sobre nuestros actos. Injusto de nuevo ya que no debemos nada a nadie.
De aquí quiero sacar ahora el segundo de los textos, de C. Vázquez Bandín, que dice algo así:
Tú contribuyes en muchas de las cosas que hago, así como yo contribuyo en muchas de las que haces tú, pero yo hago mis cosas y tu las tuyas. Yo puedo actuar a mi manera contigo mientras tú también puedas actuar a tu manera conmigo. Yo seré yo mientras tú seas tú. Y aunque nuestros caminos se separen, nuestra vida no volverá a ser la misma porque encontrarnos nos ha servido para enriquecernos.
He aprendido que una persona realmente merece la pena cuando cambia tu vida, pero no cambiando tu forma de actuar ni de pensar, sino haciéndola más completa y más feliz, más llena de vitalidad. Cuando puedes comportarte como realmente eres sin ser juzgado y esa persona es capaz de hacer lo mismo, querido amigo, has encontrado a una persona insustituible y que, probablemente, no perderás.
¿Que si yo he encontrado a alguien así? Sí, Alba se llama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario