Merino llegó y nos volvió a traer folios grandes, por lo que nosotros pensamos que nos tocaría seguir haciendo dibujos.
Pero esta vez no iban por ahí los tiros; sí, tendríamos que pintar, pero una línea de nuestra vida.
Merino nos explicó que nuestro trabajo consistiría en dibujar una línea, pero no tenía por qué ser recta, podíamos hacerlo como "mejor nos representase" (por decirlo de alguna forma) pero debía empezar en el día de nuestro nacimiento y acabar en la actualidad,en el momento en el que había sido creada, es decir: el día 15 de abril de 2015. Además, por el medio tendríamos que situar momentos importantes que marcasen nuestra vida, ya fuese para bien o para mal.
Al principio, cuando Merino empezaba a explicar la actividad, reconozco que pensé que me costaría muchísimo elegir los momentos que debía colocar. Simplemente porque creía que no había cosas en mi vida que me llegasen a marcar tanto como para resaltarlas en la línea. Sin embargo, como iré contando, estaba muy equivocada.
Decidí hacer mi línea con subidas y bajadas, dependiendo de si el momento me había marcado para bien o para mal.
Dicen que todo lo malo es empezar y tienen mucha razón. Me costó arrancar, pero pensando, fui sacando fechas. Iba colocando la acción/ el momento y arriba la edad que tenía cuando sucedió cada uno.
Poco a poco me fui dando cuenta de que sí había grandes momentos en mi vida, cosas que por una u otra cosa cambiaron mi vida. Todo lo que situé cambió mi vida. Si algo de eso no hubiera pasado yo no sería la persona que soy ahora porque todo lo que te pasa te hace crecer, madurar o cambiar. Todo te afecta.
Aquí una foto de mi línea de la vida:
Lo más destacable, lo que más sobresale en ella es mi adolescencia, por las continuas subidas y bajadas, pero sobre todo por tres puntos que suben mucho, que son: lo que yo llamé "20", la aparición de Pablo Alborán y el cambio de mi forma de ser que a la vez coincide con la llegada de Wendy.
Tampoco diré que es lo más importante de toda mi vida, pero creo que por el momento en que me sucedieron (es decir, en plena adolescencia) cobran un sentido especial. Digamos que las cosas buenas que te pasan en esta etapa las aprecias más, porque cuando eres niño sueles estar acostumbrado a que todo sea fácil y todo sea precioso. La adolescencia es difícil , aun así yo no cambiaría la mía por nada.
¿Y qué es lo peor, lo que ha provocado una mayor bajada en la línea? Pues yo creo que la caída cuando tenía 3 años, pero como dije antes, cuando eres pequeño nada tiene demasiada importancia, entonces en ese momento yo no me di cuenta del cambio tan grande que se produciría. Esa caída dejó en mí una marca; y sí, literalmente una marca que a simple vista se ve y que es lo que más odio ver en el espejo. Se le puede llamar complejo, pero no desde siempre, sino desde la adolescencia más o menos. Antes no me importaba tanto. Pero bueno, hay que aprender a vivir con eso, con una misma.
Me gustaría darle las gracias a Merino, porque ese día aprendí que no debo infravalorar mi vida ni pensar que no hay nada destacable en ella, porque es todo lo contrario.
Es una actividad que sirve para apreciar lo que tienes y como eres y te recuerda que estás en el mundo para dejar momentos y recuerdos que perdurarán y que también formarán parte de otras personas.
La clase siguiente, del día 17 de abril, la empleamos tratanto de nuevo nuestra línea de la vida. Pero de forma diferente; en la clase anterior nos habíamos dedicado a confeccionarla, a prepararla y ahora nos tocaba otra actividad.
Nos colocamos en círculo y Merino nos fue dando a cada uno una hoja pequeña que debíamos pegar encima de nuestra línea de la vida. Después nos dijo que cada uno pasaría su línea al compañero de al lado y ésta iría rotando por todo el círculo, pasando por todos los compañeros, hasta llegar de nuevo a su propietario. De esta manera todos podríamos ver las líneas de todos.
¿Y para qué servía el papelito? Pues para ir apuntando cosas. Merino nos dijo que en ese papelito cada uno de los compañeros iría anotando lo que veía en la línea de la vida. Se trataba de describir lo que veías y hacer un pequeño comentario.
Así, las líneas de la vida fueron rotando por clase, tan a gusto estábamos con esta actividad que se acabó la clase y seguimos pasando las líneas hasta terminar.
La verdad es que esto ayudó un poco a que todos los conociésemos más. Es entrar de lleno en los recuerdos más importantes de una persona. Descubres que hay cosas que ya sabías antes, pero que para esa persona supusieron una bajada muy grande en su vida. Compruebas que nadie tiene una vida fácil, aunque, sin duda, haya gente que ha sufrido más. También ves alegrías y cosas muy buenas y te alegras. Por supuesto que te alegras, porque al fin y al cabo, toda esa gente de la que estás leyendo cosas forma parte de tu vida, unas más que otras claramente, pero después de un curso a su lado no quieres nada malo para ellas. Tenemos suerte, somos un curso que se lleva muy bien. No hay problemas ni discusiones entre nosotros y eso ayuda porque es mucho tiempo el que pasamos conviviendo.
Si tuviese que decir con qué líneas me he sorprendido más diría que con la de Arancha, Mónica y Kike. Ya se lo comenté en su hoja, pero decir que son muy fuertes y que la vida para ellos será cada vez mejor, porque lo merecen.
A continuación, tocaba leer todo lo que tus compañeros habían puesto sobre tu línea.
La mayoría de ellos destacaron a Pablo Alborán. Hubo hasta quién puso que le sorprendía que fuese el éxtasis de mi vida. Yo creo que tampoco tanto, no es que sea el "éxtasis" de mi vida, es que es su música la que me levanta el ánimo cuando nadie más puede. Porque siempre está y simplemente creo que es fundamental. Lo resalté tanto porque desde que llegó, no hay tristeza que no sepa calmarme.
También pusieron que es una línea con muchos altibajos y que hablo sobre todo de gente importante a la que conocí (amigos, nacimientos de familia).
Hay una cosa que puse "en clave" y fue eso de "20", por la que varios tuvieron curiosidad y que no dije a nadie.
Alguien puso algo que me encantó: "Veo muchos altibajos, pero finalmente acabará siendo feliz". Eso espero, no es que esté triste, pero eso quiere decir que tendré un futuro feliz, y al final eso es lo que quiero en la vida.
También hubo quien destacó mi forma de ser, diciendo, por lo que puse, que soy una persona abierta a expresarme y alegre. Me gustó mucho esto.
Luego Alba y Kike, que claro, ellos no pueden ser objetivos conmigo, pero sé que todo lo que pusieron lo piensan y es algo que aprecio mucho.
Comentaron que soy una persona a la que le afectan mucho los cambios, tanto los buenos como los malos. Hasta dijeron que tengo una resistencia increíble, cosa que discutiría, porque hay momentos en los que no aguanto nada...
Al leer lo que Alba había puesto me he emocionado, ella me conoce mejor que nadie. Lo sabe todo y será así siempre.
Vuelvo a darle las gracias a Merino por esto. Porque hemos recordado lo importante de nuestra vida y conocimos un poco más a cada uno de nuestros compañeros.
Como antes hablábamos del "éxtasis" de mi vida, justo tiene una canción que se llama así:
Decidí hacer mi línea con subidas y bajadas, dependiendo de si el momento me había marcado para bien o para mal.
Dicen que todo lo malo es empezar y tienen mucha razón. Me costó arrancar, pero pensando, fui sacando fechas. Iba colocando la acción/ el momento y arriba la edad que tenía cuando sucedió cada uno.
Poco a poco me fui dando cuenta de que sí había grandes momentos en mi vida, cosas que por una u otra cosa cambiaron mi vida. Todo lo que situé cambió mi vida. Si algo de eso no hubiera pasado yo no sería la persona que soy ahora porque todo lo que te pasa te hace crecer, madurar o cambiar. Todo te afecta.
Aquí una foto de mi línea de la vida:
Lo más destacable, lo que más sobresale en ella es mi adolescencia, por las continuas subidas y bajadas, pero sobre todo por tres puntos que suben mucho, que son: lo que yo llamé "20", la aparición de Pablo Alborán y el cambio de mi forma de ser que a la vez coincide con la llegada de Wendy.
Tampoco diré que es lo más importante de toda mi vida, pero creo que por el momento en que me sucedieron (es decir, en plena adolescencia) cobran un sentido especial. Digamos que las cosas buenas que te pasan en esta etapa las aprecias más, porque cuando eres niño sueles estar acostumbrado a que todo sea fácil y todo sea precioso. La adolescencia es difícil , aun así yo no cambiaría la mía por nada.
¿Y qué es lo peor, lo que ha provocado una mayor bajada en la línea? Pues yo creo que la caída cuando tenía 3 años, pero como dije antes, cuando eres pequeño nada tiene demasiada importancia, entonces en ese momento yo no me di cuenta del cambio tan grande que se produciría. Esa caída dejó en mí una marca; y sí, literalmente una marca que a simple vista se ve y que es lo que más odio ver en el espejo. Se le puede llamar complejo, pero no desde siempre, sino desde la adolescencia más o menos. Antes no me importaba tanto. Pero bueno, hay que aprender a vivir con eso, con una misma.
Me gustaría darle las gracias a Merino, porque ese día aprendí que no debo infravalorar mi vida ni pensar que no hay nada destacable en ella, porque es todo lo contrario.
Es una actividad que sirve para apreciar lo que tienes y como eres y te recuerda que estás en el mundo para dejar momentos y recuerdos que perdurarán y que también formarán parte de otras personas.
La clase siguiente, del día 17 de abril, la empleamos tratanto de nuevo nuestra línea de la vida. Pero de forma diferente; en la clase anterior nos habíamos dedicado a confeccionarla, a prepararla y ahora nos tocaba otra actividad.
Nos colocamos en círculo y Merino nos fue dando a cada uno una hoja pequeña que debíamos pegar encima de nuestra línea de la vida. Después nos dijo que cada uno pasaría su línea al compañero de al lado y ésta iría rotando por todo el círculo, pasando por todos los compañeros, hasta llegar de nuevo a su propietario. De esta manera todos podríamos ver las líneas de todos.
¿Y para qué servía el papelito? Pues para ir apuntando cosas. Merino nos dijo que en ese papelito cada uno de los compañeros iría anotando lo que veía en la línea de la vida. Se trataba de describir lo que veías y hacer un pequeño comentario.
Así, las líneas de la vida fueron rotando por clase, tan a gusto estábamos con esta actividad que se acabó la clase y seguimos pasando las líneas hasta terminar.
La verdad es que esto ayudó un poco a que todos los conociésemos más. Es entrar de lleno en los recuerdos más importantes de una persona. Descubres que hay cosas que ya sabías antes, pero que para esa persona supusieron una bajada muy grande en su vida. Compruebas que nadie tiene una vida fácil, aunque, sin duda, haya gente que ha sufrido más. También ves alegrías y cosas muy buenas y te alegras. Por supuesto que te alegras, porque al fin y al cabo, toda esa gente de la que estás leyendo cosas forma parte de tu vida, unas más que otras claramente, pero después de un curso a su lado no quieres nada malo para ellas. Tenemos suerte, somos un curso que se lleva muy bien. No hay problemas ni discusiones entre nosotros y eso ayuda porque es mucho tiempo el que pasamos conviviendo.
Si tuviese que decir con qué líneas me he sorprendido más diría que con la de Arancha, Mónica y Kike. Ya se lo comenté en su hoja, pero decir que son muy fuertes y que la vida para ellos será cada vez mejor, porque lo merecen.
A continuación, tocaba leer todo lo que tus compañeros habían puesto sobre tu línea.
La mayoría de ellos destacaron a Pablo Alborán. Hubo hasta quién puso que le sorprendía que fuese el éxtasis de mi vida. Yo creo que tampoco tanto, no es que sea el "éxtasis" de mi vida, es que es su música la que me levanta el ánimo cuando nadie más puede. Porque siempre está y simplemente creo que es fundamental. Lo resalté tanto porque desde que llegó, no hay tristeza que no sepa calmarme.
También pusieron que es una línea con muchos altibajos y que hablo sobre todo de gente importante a la que conocí (amigos, nacimientos de familia).
Hay una cosa que puse "en clave" y fue eso de "20", por la que varios tuvieron curiosidad y que no dije a nadie.
Alguien puso algo que me encantó: "Veo muchos altibajos, pero finalmente acabará siendo feliz". Eso espero, no es que esté triste, pero eso quiere decir que tendré un futuro feliz, y al final eso es lo que quiero en la vida.
También hubo quien destacó mi forma de ser, diciendo, por lo que puse, que soy una persona abierta a expresarme y alegre. Me gustó mucho esto.
Luego Alba y Kike, que claro, ellos no pueden ser objetivos conmigo, pero sé que todo lo que pusieron lo piensan y es algo que aprecio mucho.
Comentaron que soy una persona a la que le afectan mucho los cambios, tanto los buenos como los malos. Hasta dijeron que tengo una resistencia increíble, cosa que discutiría, porque hay momentos en los que no aguanto nada...
Al leer lo que Alba había puesto me he emocionado, ella me conoce mejor que nadie. Lo sabe todo y será así siempre.
Vuelvo a darle las gracias a Merino por esto. Porque hemos recordado lo importante de nuestra vida y conocimos un poco más a cada uno de nuestros compañeros.
Como antes hablábamos del "éxtasis" de mi vida, justo tiene una canción que se llama así:
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