Las clases de los días 4 y 6 de marzo, las utilizamos para hablar de las distintas etapas que tiene la vida.
Si no recuerdo mal, el día 4 empezamos algo tarde la clase, porque mis compañeros tuvieron que ir a hacer unas fotocopias. Así que nos fuimos colocando y Merino fue repartiendo las hojas con las que trabajaríamos ese día.
Primero nos dio un papelito en blanco.
Cuando todos mis compañeros llegaron, empezó la actividad. Merino nos dijo que en el papel debíamos definir en una palabra lo que significaba la infancia para nosotros.
Al principio, tienes que pensar bastante, y las respuestas fueron bastante variadas, pero todos coincidimos al decir que era una etapa de la vida en la que no hay preocupaciones y lo mejor es divertirse sin pensar en mucho.
Mi palabra para describir la infancia fue: crecimiento, que luego cambié por formación que me pareció más adecuada, se acercaba más a lo que quería explicar.
Durante la infancia, debes aprenderlo todo, todo lo básico que recuerdas toda la vida: aprendes a hablar, leer, escribir, a comer y a cosas simples como andar. Es puro aprendizaje, pero a la vez es una época sin preocupaciones y no existe nada más importante que pasarlo bien. Durante este período somos pura imaginación y creemos que todo es posible. Somos inocentes, pero no importa, tenemos a gente que nos protege y piensa por nosotros, nos cuida y nos lleva por el mejor camino.
Luego, Merino nos pidió que definiésemos la adolescencia. Como es la etapa que estamos viviendo, somos más conscientes de lo que ocurre en ella pero a la vez es difícil de explicar.
Mi palabra para describirla fue: hormonas.
Durante la adolescencia somos puras hormonas. Cambiamos de parecer continuamente. A veces pensamos una cosa y al día siguiente pensamos la otra. Para muchos la adolescencia continuaba siendo pura fiesta.
La palabra de Alba, aventura, también me pareció muy acertada. En cierto modo, es así. La adolescencia es descubrimiento, es probar cosas nuevas continuamente. Nos encanta probar cosas nuevas, descubrir el mundo. Porque es realmente en esta etapa cuando empezamos a pensar por nosotros mismos, dejan de decidir por nosotros y debemos empezar a saber elegir. Tenemos que tomar decisiones importantes que dan miedo, la verdad.
Es una buena etapa, sobre todo si no te presionas mucho. Lo ideal sería disfrutarla. La juventud es buena. Aprendes mucho y tu personalidad acaba de formarse. También es cierto que hay que saber llevarla. Muchos comentaron también que es una etapa de inmadurez, pero eso depende mucho de cada persona. Hay gente que durante la adolescencia ya goza de una madurez admirable y hay otra que es incluso más inmadura que cuando era niño/a. Yo me considero una persona bastante madura y centrada, aunque también tengo mis momentos de tontería, pero es normal, es, como comenté antes, a causa de las hormonas (que en esta etapa están revolucionadas).
Hablaban también que en esta etapa siguen sin tenerse responsabilidades. Yo opino que también depende de la persona. Si te exiges más y consideras que hay cosas que debes hacer, ya tienes responsabilidades.
¡Que viva la adolescencia!
Desgraciadamente, ese día no dio tiempo a comentar ninguna etapa más.
Continuamos el día 6. Yo ese día no pude ir, pero pregunté a mis compañeros y me dijeron que habían hablado de la adultez.
Yo creo que la palabra que mejor define esta etapa es: rutina.
Cuando eres mayor, todo cambia. En este momento, todo, todo, absolutamente todo el peso del mundo cae sobre ti. Durante las etapas anteriores, siempre había personas que sujetaban las cargas, pero al llegar a la edad adulta, debes vivir por ti mismo, no puedes depender de nadie. Es más, si tienes hijos, debes cuidar de ellos, es una responsabilidad muy grande.
Claramente, es la etapa con más responsabilidades. Vives en una rutina constante. Debido al trabajo, al cuidado de tu propia casa, etc.
Mi miedo más grande es caer una aburrida vida rutinaria.
Me da miedo crecer, me da miedo a quedarme con ganas de hacer cosas y no tener tiempo para hacerlas.
Merino nos abrió los ojos y nos hizo ver que a medida que ascendíamos de etapa, la describíamos más negativa que la anterior. Que según nosotros, la etapa más feliz es la infancia, pero tampoco tenemos un criterio muy amplio, ya que nosotros no vivimos aun todas.
Pero tal y como nos hablan de la adultez y de como la tenemos pintada, es muy normal que no nos apetezca crecer.
Pienso que cada etapa tiene su parte hermosa, cada etapa tiene como una finalidad, una especie de fin que debemos cumplir. Cada uno se marca sus propias metas y creo que debemos ser conscientes de que podemos hacer y vivir nuestra vida como mejor nos parezca.
"Me da miedo crecer"
ResponderEliminarTe propongo un pequeño ejercicio filosófico, si quieres. Un día, cuando estés sola (para que nadie piense que estás chiflada), te pones en tu habitación (si es posible ante un espejo) y empiezas a repetir esa frase como si fuera un mantra. Primero muy bajito, y, poco a poco vas subiendo el volumen hasta que te parezca. Estate muy atenta a lo que sientes (no a lo que piensas: se trata de pensar lo menos posible) y en qué parte del cuerpo lo sientes. Cuando termines, si quieres, puedes escribir tu experiencia. A ver qué pasa.