miércoles, 25 de marzo de 2015

Responsibilidades

El día 13 de marzo, días después de hablar de las distintas etapas de la vida, Merino nos explicó que cuando describimos la edad adulta, hablamos de responsabilidades y más responsabilidades.
Entonces, ya que tan seguros estábamos, nos propuso definir la responsabilidad o lo que era para nosotros ser responsable.
Cada uno escribió, de forma individual, en un papelito que Merino nos facilitó, su definición.

Yo puse lo siguiente: 
Ser responsable es tener una serie de obligaciones o cosas que debes hacer, que te preocupan y que sabes que tienes que hacer lo mejor posible para sentirte bien.
Además añadí el siguiente comentario: la responsabilidad sobre uno mismo, puede llevar a la exigencia extrema, mejor dicho, a la autoexigencia extrema.

Después, fuimos leyendo alguna en voz alta. Recuerdo que a algunos de mis compañeros les costó dar una definición, porque, en verdad, es algo complicado de definir.

Merino fue apuntando y no sé bien como surgió, pero de repente empezamos a hablar de los diferentes comportamientos de las personas y si los distintos estados de ánimo que los desencadenan son responsabilidad nuestra.
Todos coincidíamos en que hay ciertas actuaciones por nuestra parte de las que no somos responsables.
Ese día fue bastante filosófico para mí, podemos decir quizás que estaba bastante inspirada. 
Al actuar siguiendo nuestros impulsos o sentimientos, no somos responsables de ello, porque no lo puedes controlar, pero si lo piensas, te darás cuenta de que eso que has hecho o que tus sentimientos te llevaban a hacer no era lo mejor. O depende, quizás sí que lo fuera.

Yo creo que hay responsabilidades que no son malas porque está bien exigirse algo de vez en cuando e intentar cumplir con cosas que creemos importantes. Siempre y cuando la responsabilidad no nos lleve a exigirnos demasiado, ya que, por propia experiencia, puedo decir que cuando te exiges demasiado acabas completamente agotado, tanto física como mentalmente y a veces no es necesario presionarse tanto. Suelen decirme que trabajo demás y yo siento que a veces no se aprecia.

Quiero plantear aquí una situación, la misma que en clase le comenté a Merino.
Al no ser responsables de nuestros sentimientos ni elegir lo que sentimos, se nos presenta un dilema grande, porque si actúas tal y como sientes, quizás hagas daño o decepciones a los demás.
Mi problema es que soy sentimiento puro y cuando actúo siguiendo esta regla, hago cosas que quizás no sean las más adecuadas o las que más convengan, pero no soy responsable de ello, porque los sentimientos son cosas que no podemos controlar. ¿No es así?
Es una situación verdaderamente complicada.
Lo que tengo claro es que a veces es importante guiarse por lo que se siente y no pensar en lo que la gente dirá. Por momentos, debemos ser algo egoístas. Intentar cumplir nuestras expectativas y no dejar que las expectativas de los demás se conviertan en una nueva responsabilidad para nosotros.

Creo que con esta actividad, Merino pretendía hacernos ver que las responsabilidades se pueden clasificar según su importancia y que en ciertos momentos nos comportamos de manera diferente, causando algún daño a otra persona y nos queremos escaquear de ello porque pensamos que no es nuestra responsabilidad, que fue algo que hicimos sin pensar.

Considero que este es un tema sobre el que podemos seguir profundizando y si alguna vez consigo resolver mi problema de "sentimentalismo" explicaré como lo he hecho. Mientras tanto, intentaré sacarle el máximo provecho a mi situación.

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