sábado, 14 de marzo de 2015

Futuro... Gran dilema

La siguiente clase fue de reflexión, vimos un vídeo, un vídeo que nos dejó a todos pensando mucho.
En él, aparecía una niña de unos 3-4 años jugando y llegaba su padre y le decía que era hora de ir a sus clases (de matemáticas, de inglés, etc.). La niña decía que lo que a ella le apetecía hacer en ese momento era jugar y que si tuviera que ir a unas clases le gustaría ir a las de baile. El padre le respondió diciendo que eso no sería útil para su futuro, que no le ayudaba a prepararse, pero la niña, como todo pequeño, preguntó: ¿por qué debía ser útil para su futuro lo que hiciese de pequeña? 
Su padre intentó buscar razones y finalmente acabó diciendo que si se ponía a estudiar ya de pequeña estaría más preparada en el futuro y encontraría un buen trabajo por el cual recibiría un buen sueldo y le permitiría vivir mejor.
La niña, con su enorme curiosidad, característica de cualquier niño, preguntaba y preguntaba a su padre mil y una vez si le compensaba dejar de jugar y ponerse a estudiar, preguntaba también si ganar mucho dinero le serviría realmente para vivir mejor.
Después de varias preguntas, hubo una que dejó al padre sin argumentos, y fue cuando la pequeña finalmente dijo: vale papá, estudiaré, pero ¿así seré feliz?
Entonces el señor se quedó callado y pensó realmente en la felicidad de su hija.
Después aparecen ellos dos, en la calle, bailando.

Vimos que el padre comprendió que, a pesar de que prepararse para el futuro está muy bien, hay ciertos momentos en la vida que son para jugar, divertirse y hacer lo que uno cree que le puede hacer feliz. La niña, como niña que es, necesitaba jugar y divertirse y si su pasión era el baile, ¿quién sabe? quizás algún día pueda llegar a trabajar en eso y seguramente sería algo que la haría muy feliz. Más que cualquier montón de dinero.
Su padre dejó de pensar en el futuro y en la situación externa de la sociedad y pasó a preocuparse por el crecimiento y la formación interior de su hija, que al final es lo más importante y la pequeña se lo acabará agradeciendo más que cualquier otra cosa.

Después hablamos sobre lo que nos gustaba hacer y si tenía relación con el trabajo que pensamos tener en un futuro.
Está claro que es importante escoger un empleo que te haga feliz y estudiar algo que realmente te gusta. No debes pensar en lo que sería mejor o en lo que la gente cree que deberías escoger, porque al final es tu vida, y si no decides tú como vivirla, difícilmente podrás ser feliz.
Recomendaría a muchos padres que viesen este vídeo, sobre todo a aquellos que presionan o intentan convencer a sus hijos de lo que deben hacer sin preguntarles lo que ellos quieren.

Como ya le dije en clase a Merino, yo estoy verdaderamente preocupada porque no tengo ninguna idea de lo que haré y ni siquiera sé bien lo que me gusta más. Sé que no debo presionarme y que poco a poco lo iré descubriendo. También sé que es algo que solo yo puedo llegar a saber, nadie puede escoger por mí.
Yo tengo miedo a no saber elegir y verme atrapada en una vida que no me haga feliz. 
A veces creo que pienso demasiado en el futuro... Debería pensar más en lo que hago día a día y con lo que mejor me siento.
La verdad es que los sentimientos son mi fuerte y expresar como me siento es algo que sé hacer bien. 
Este último año, la gente, al preguntarme en qué curso estoy y escuchar que mi respuesta es: primero de bachillerato, siempre me pregunta si ya sé lo que voy a hacer luego...
Y mi respuesta es siempre no, sólo digo que lo que quiero es ser feliz.
Creo que no está mal que todavía no lo sepa, hay a quien le cuesta más y a quien le cuesta menos, como en todo, y supongo que mi tendencia a ser una persona indecisa tampoco me ayuda en este caso.

Con un poco de suerte y sin la presión de nadie (es decir, con toda libertad para elegir lo que quiero) malo será que no encuentre mi pasión.
Todos tenemos una, lo complicado es encontrarla. Aunque ciertamente, a veces, no sabemos buscar.
Por eso aprecio tanto las clases de filosofía, porque nos ayudan a encontrarnos a nosotros mismos y ese es el primer paso para encontrar nuestra pasión. Yo lo veo así.

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